Contra la horma imperialista del momento
Su dial dorado muestra un universo
Que fluye en ondas y no es constante
Como algo perfecto que brota de un centro
Que vibra como nosotros
Rompiendo el mandato de Prometeo.

El mecanismo ataca los sueños
De los perros de la razón:

Fabricar un objeto libre de los caprichos de la materia
Inmune a la imperfección del mundo.

En contra de los fieles que hicieron el reloj
Tan sagrado como la cruz
Y transportaron al tiempo la esclavitud espacial

Muesca tras muesca lo utilizan aún
Para tratar de demarcar una vida
Que no puede ser medida.

Es lo opuesto al tiempo-moneda
Impuesto por la revolución industrial.

Como un crimen muestra la fragilidad de la ley
Como un cadáver muestra la debilidad del cuerpo
Así muestra el Cronófago la enfermedad del tiempo.

¿Dónde está el final de este agónico tormento?
¿Es éste acaso el Armagedón que prometieron?
Sus dientes y sus garras se alimentan de momentos
Que se escapan de tu vida, mutilados y sangrientos.

Como un crimen muestra la fragilidad de la ley
Como un cadáver muestra la debilidad del cuerpo
Así muestra el Cronófago la enfermedad del tiempo.

De esta jaula imaginaria en la que nacemos muertos.